19/1/12

Mandarte a volar -¿Cómo?- ¡En la Metrovía!

¡Hola Estranyos!

Uds. más que Estranyos son guayaquileños de corazón. Bueno, y eso todos los que hemos nacido bajo territorio celesti-blanco. Pero más allá de eso, creo que desde el 2006 la M.I Municipalidad empezó un gran proyecto de medios de transportación pública. Tan parecido al TansMilenio de Colombia. 
 
Well, nosotros los de La Bodega somos pobres y por ende vamos en MetroWay todos los días de nuestra vida y será así por los siglos de los siglos (¡qué abrumante la pobreza, Papito Dios). Pero ese no es el punto, a mí me vale harta si a uds. les parece bien o mal que yo vaya en Metrovía. 

Sin embargo, esta cosa que se llama “articulado” (lo hemos superado, ya no decimos: buseta/colectivo), es mucho más interesante que jugar 7 minutos en el paraíso o a la botella (you, pigs). Así que como usuaria, ya he estado acostumbrada al Día de la Punteada, al cogeculo (perdón, pero es inevitable decirlo de otra forma, es lo que hay), el asalto a mano armada (bueno, solo con la mano), y otras cosillas lámparas como la vez que vi a un pastor evangélico predicando dentro de la Metrovía (eso es más lámpara que decir que Barney es pedófilo. ¿Ah? Perdón, eso es cierto). Y la otra vez que vi un payaso que se quejaba porque no se podía sentar. 

¿Alguna vez han visto el vídeo de Thousand Miles de Vanessa Cartlon? Bueno, yo me imagino algún día ir así pero arrastrada por la Metro. Ya, bueno, bueno. Les hablo con el corazón en el wacho: ¡ODIO ESA COSA PROVENIENTE DE UN FUEGO AZUL! Es que miren, es chanfle tener la respiración de algún pendejo detrás de la nuca o, que te miren con cara de: “pilas mijita, hacerte mellizos”. Es completamente aberrante, aunque no es que ocurra siempre pero la mayoría del tiempo es así #NoEsDeDios #EsTriste. 

Recordé que en clases de Guiones nos imaginamos que unos talibanes atacarían la Metrovía y que unos oficiales encubiertos (disfrazados de cantantes de flauta otavaleña) ayudarían a Sharon (nuestra Sandra Bullock) a que la Metro no se estrelle en el Parque de las Iguanas. Puta, que hablamos tonteras. Por cierto, no tenemos Keanu Reeves ni tampoco se trata de una mala copia de Speed. 

Bueno, concretaré: este fin de semana les traemos 3 historias (una es mía, yeeeih) sobre las pendejadas que suceden en la Metrovía, así que ¡pilas ahí varón, vacila tu historia en La Bodega!

Me despido, me iré al quinto infierno en Metrovía sin escala en la Biblioteca Municipal y lean La Bodega o sino los quemo y los lanzo al río.

1 comentarios:

Neko Midori dijo...

¡Me encanta! xD no sé, pero me encantó este artículo así que espero mis historias.

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